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Cleo

Cleo es una gata que apareció un día en la cuadra de LaYegua. Había decidido que esa era su nueva casa, y a LaYegua no le importaba.

A pesar de estar «salvaje», era una gata muy maja y dócil. Por ejemplo, si chascabas los dedos y extendías la mano, ella sabía que eso significaba que tenía que pasar su cabeza por debajo de la mano. He de decir que por aquel entonces los gatos para mí eran animales salvajes, y jamás había tocado uno salvo que fuera un gatín. ¡Si incluso me daba respeto cuando Cleo se ponía a maullar y a frotarse pidiendo comida!

Pero, ser un gato salvaje es muy peligroso, y más si tienes gatines recién nacidos a los que defender. Un día apareció con una herida muy grande en la pata, como si la hubiera mordido un perro. Poco a poco se fue recuperando, pero lo que nunca pudo recuperar fue la movilidad de la zarpa. Pese a ello, ella seguía utilizando su patita como podía.

Estar en libertad, cojear y no tener bien tus garras es muy peligroso… Un día, Cleo no volvió.

Sólo la conocí durante unos pocos meses. Pero su influencia supuso un antes y un después en la consideración que tenía de los gatos.

2 comentarios el “Cleo

  1. hummm, vale, si, este lo he entendido…pero qué co– es eso de un android??

    no me entero de nada, sólo leeré tus post de gatos, los otros me parecen chino (chino freaky, para más señas)

    A mi siempre me han gustado más los gatos que los perros, van a su bola, son más egoistas e individualistas…no como los perros que hasta se mean en la alfombra!

  2. […] cuando se mueren”. Aunque una cosa es el dicho y otra el hecho, y de momento ya os he hablado de Cleo, Lola, Pirata, la yegua, las gallinas… Podéis pinchar en cada nombre si os perdisteis la […]

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